lunes, 4 de abril de 2011

Coma.


Camino por un largo pasillo. Habitación 418. ¿Qué ha pasado?¿Por qué tengo todos esos cables pegados a mi? Mi madre se encuentra sentada en una silla cogiéndome de la mano. Entra una enfermera. Malas noticias. ESTOY EN COMA. Mi madre se echa a llorar en cuánto se entera. No lo entiendo, ¿qué es lo que ha pasado para que esté en  coma? Alguien llama a casa repetidamente sin que nadie coja el teléfono. Llama a mis padres, mi madre coge el teléfono y es una de mis amigas, la cuenta todo lo sucedido. Mi amiga cuelga. A los cinco minutos alguien entra corriendo por la puerta. Se echa a llorar y me abraza como mejor puede. No sé quien es ella, no la veo la cara. Se pasa un buen rato llorando mientras me abraza. Decide irse ya que sus padres la esperan en casa, pero promete volver mañana. Por la noche la enfermera entra a informar de mi estado. Estoy igual que antes, nada ha mejorado. Tampoco empeorado. Es por la mañana y mi madre sigue en la misma silla sentada con mi hermano encima. No aguanto verles así por mi culpa. Ella vino otra vez, se sentó al otro lado de la camilla y me cogió la mano, me dijo unas palabras que se me quedaran grabadas siempre: “Escúchame bien, sé que puedes oírme. Tú eres fuerte, vas a salir de esta ¿me oyes? Y yo voy a estar aquí para verlo. No entiendo cómo ha podido pasar esto… pero tienes que luchar, prométemelo. Prométeme que vas a hacer todo lo posible para recuperarte. Tienes que hacerlo, todavía nos quedan muchos días juntas por vivir. Por favor Andrea, te necesito conmigo…” Mi amiga había dicho por ahí lo que me pasaba, y sin embargo nadie había venido. Estaba sola en la habitación. Todos mis amigos me querían mucho, pero a la hora de la verdad… ¿dónde estaban? Y… ¿Dónde estaba él? Sé la respuesta. Está a su rollo, como siempre. Bebiendo y pasándoselo bien. Y mientras yo estoy aquí, muriéndome. Ahora veo lo poco que lo importo. Largos pitidos. Mi madre empieza a gritar, llamando a la enfermera. Los pitidos siguen. No paran. Me estoy muriendo.

Y de repente, despierto. Todo era un sueño… un sueño que me ha aclarado muchas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

eh, ¿dónde ivas? Originalidad ante todo.. :)
Si tanto te gusta, deja tu comentario!