miércoles, 27 de abril de 2011

Barça(L)

Esto es un equipo y lo demás son gilipolleces.












  
Lionel Messi, mejor jugador del mundo con diferencia.

Y ese todo eres tú.


Todo el mundo, hoy, sólo tiene en la cabeza una cosa: el clásico. Nadie sabe quién ganará, pero todos hacen sus apuestas.
Pero yo hoy no tengo espacio en mi cabeza para ese partido, yo hoy sólo puedo pensar en una cosa...bueno más bien en un conjunto de cosas que forman un todo. 

¿Sabes? No tengo muy claro el porque, pero.. por las noches me dejo querer.

domingo, 24 de abril de 2011

Mejor que una película de Woody Allen;


Me paro a obsevar como coge el pitillo y lo enciende (aunque es tan idiota que no sabe ni encender un mechero). Odio que fume, pero adoro verlo fumar. Me podría pasar horas, días.. Me gusta ver como inspira el aire & lo expira poco a poco. Se toma su tiempo, calada a calada.Y yo mientras, sentada, me fijo en cada un de sus gestos. Que sí, que me los conozco de memoria, pero aun así sigue siento todo un espectáculo.

sábado, 23 de abril de 2011

Que esta ahí, y eso es lo que importa.


No sé lo que haría sin ella. Ella... lo hace todo más fácil. La debo mucho. ¿Conversaciones? Las más largas. ¿Comentarios? Algo tienen que les lee todo el mundo. ¿Tablones? Los mejores. ¿Noches? Fantásticas. ¿Domingos? Juntas. ¿Mensajes? Imposible no sonreír con ellos. Y detrás de todo esto, hay mucho más. Hay risas, lágrimas, momentazos, fotos increíbles, desayunos, pelis, charlas, consejos, y no sigo porque me canso. A estas alturas no hace falta que te diga nada porque lo sabes todo. Te diría que te quiero, pero es bastante obvio.

Y tú, ¿cuál prefieres?


Por muchas mantas que te pongas, si te despistas y el frío te cala hasta los huesos, la única manera de quitártelo de encima es acercándote mucho, mucho a la estufa y quedarte allí quietecito durante un buen rato. eso, o dejar que te acaricien las piernas y te dejen el cuello marcado a base de mordiscos. no sé tú, pero yo prefiero la segunda manera de espantar el frío.

miércoles, 6 de abril de 2011

No tienes ni idea.


Porque tú no sabes lo que es no poder gritarte que te quiero, que te quiero aquí & ahora. Que te quiero como nunca jamás podré hacerlo. No sabes las ganas que tengo de agarrarte del brazo & decirte: "Mira, las cosas no son así." Y que me escuches & que tu mente pegue un giro de trescientos sesenta grados. Que cada día pienso en como sería la vida contigo, Como puedes cambiar mi día a día. Como me puedes cambiar a mi. No te imaginas las ganas que tengo de coincidir contigo & que me grites para poder hacerme la sorda. Así vendrás corriendo, detrás. Y haria como si nada, como que no me interesas, cuando realmente me muero por ti cada medio segundo. Que te diria mil cosas más, pero es lo de siempre & paro ya de llenarte la cabeza de cosas sentido. Adiós.

Lo es.

Estar constantemente engañándote para convencerte de que no estas enamorado, tiene que ser agotador, ¿no?

lunes, 4 de abril de 2011

Coma.


Camino por un largo pasillo. Habitación 418. ¿Qué ha pasado?¿Por qué tengo todos esos cables pegados a mi? Mi madre se encuentra sentada en una silla cogiéndome de la mano. Entra una enfermera. Malas noticias. ESTOY EN COMA. Mi madre se echa a llorar en cuánto se entera. No lo entiendo, ¿qué es lo que ha pasado para que esté en  coma? Alguien llama a casa repetidamente sin que nadie coja el teléfono. Llama a mis padres, mi madre coge el teléfono y es una de mis amigas, la cuenta todo lo sucedido. Mi amiga cuelga. A los cinco minutos alguien entra corriendo por la puerta. Se echa a llorar y me abraza como mejor puede. No sé quien es ella, no la veo la cara. Se pasa un buen rato llorando mientras me abraza. Decide irse ya que sus padres la esperan en casa, pero promete volver mañana. Por la noche la enfermera entra a informar de mi estado. Estoy igual que antes, nada ha mejorado. Tampoco empeorado. Es por la mañana y mi madre sigue en la misma silla sentada con mi hermano encima. No aguanto verles así por mi culpa. Ella vino otra vez, se sentó al otro lado de la camilla y me cogió la mano, me dijo unas palabras que se me quedaran grabadas siempre: “Escúchame bien, sé que puedes oírme. Tú eres fuerte, vas a salir de esta ¿me oyes? Y yo voy a estar aquí para verlo. No entiendo cómo ha podido pasar esto… pero tienes que luchar, prométemelo. Prométeme que vas a hacer todo lo posible para recuperarte. Tienes que hacerlo, todavía nos quedan muchos días juntas por vivir. Por favor Andrea, te necesito conmigo…” Mi amiga había dicho por ahí lo que me pasaba, y sin embargo nadie había venido. Estaba sola en la habitación. Todos mis amigos me querían mucho, pero a la hora de la verdad… ¿dónde estaban? Y… ¿Dónde estaba él? Sé la respuesta. Está a su rollo, como siempre. Bebiendo y pasándoselo bien. Y mientras yo estoy aquí, muriéndome. Ahora veo lo poco que lo importo. Largos pitidos. Mi madre empieza a gritar, llamando a la enfermera. Los pitidos siguen. No paran. Me estoy muriendo.

Y de repente, despierto. Todo era un sueño… un sueño que me ha aclarado muchas cosas.